Número 14, 2021 (2), artículo 6


El impacto de la inteligencia emocional en los diferentes ámbitos de la vida


María José Samaniego Chalco

Psicóloga Clínica, MSc. Atención Privada. Cuenca, Ecuador




RESUMEN
La inteligencia emocional tiene cada vez mayor relevancia en los diferentes ámbitos de la vida del ser humano. El objetivo es demostrar, a partir de evidencia científica, como la inteligencia emocional genera un impacto positivo en el ajuste psicosocial, académico y laboral para obtener un bienestar mental en la persona.


TEMAS
ajuste psicosocial · bienestar mental · éxito académico · inteligencia emocional · satisfacción laboral



1. Introducción

Para alcanzar el éxito en la vida, la inteligencia emocional juega un rol tan importante como el coeficiente intelectual. Para Goleman (1995), la inteligencia emocional es la capacidad de reconocer nuestras propias emociones y la de los demás, de adquirir una mayor destreza en el manejo adecuado de las emociones, y lograr construir relaciones interpersonales más eficaces y nutritivas. Dada la importancia de la inteligencia emocional en la vida del ser humano, se han realizado diversas investigaciones científicas que demuestran que la inteligencia emocional predice el bienestar, y está relacionada con importantes resultados en el ámbito educativo, psicosocial y el desempeño laboral, por lo que contribuye a un desarrollo productivo y saludable en los diversos contextos en los que se desempeña el ser humano (Brackett y otros 2013).

Por tal razón, en los siguientes apartados se abordará el impacto positivo del desarrollo de la inteligencia emocional en el ámbito educativo, laboral y psicosocial, considerando que son dominios en los que se desenvuelve el ser humano a lo largo de su vida.

 

2. La inteligencia emocional en el ámbito educativo

El contexto educativo es una institución social en la que la persona adquiere no solo conocimientos, sino también estrategias básicas para relacionarse con sus pares, afrontar desafíos de la vida y adaptarse a una sociedad.

En las últimas décadas, la inteligencia emocional ha adquirido un mayor impacto en el ámbito educativo, puesto que es un contexto que facilita conductas promotoras de educación socioemocional, dado que al tomar consciencia de las propias emociones y adquirir herramientas para gestionarlas adecuadamente, promueve en los estudiantes la toma decisiones responsables y una convivencia armónica, evitando la presencia de situaciones de riesgo o violencia tanto a nivel familiar como entre pares (Sánchez, Daura y Laudadío 2019).

De hecho, un metaanálisis sobre los efectos que reportan los programas de intervención de la inteligencia emocional en las diversas etapas educativas ha demostrado que el 90% de estas implementaciones generan altos efectos positivos en los alumnos, ya que se verificó que los estudiantes mejoraron sus habilidades emocionales y sociales, adquirieron capacidades para regular sus emociones, como también habilidades para afrontar las dificultades académicas surgidas diariamente en clase (Puertas y otros 2020).

Cabe señalar, que aquellos estudiantes que adquieren niveles correctos de inteligencia emocional desarrollan las habilidades necesarias para manejar adecuadamente la ansiedad y la depresión, presentando una recuperación más eficaz ante los estados de ánimo negativos, además poseen un aumento de autoestima y la satisfacción hacia el propio trabajo y esfuerzo realizado (Asl-e-Fattahi y Najarpo-Orostadi 2014).

Igualmente, el desarrollo de la inteligencia emocional se encuentra estrechamente ligada al éxito escolar, debido a que permite un mejor uso de los recursos atencionales y afectivos que son beneficiosos para el pensamiento creativo, como también proporciona una mayor relevancia a la comprensión de los contenidos sobre la memorización del aprendizaje (Agnoli y otros 2018; Dolev y Leshem 2017).

De esta manera, la inteligencia emocional en los estudiantes posee un gran impacto positivo a nivel académico, lo que promueve un bienestar social y mental.

 

3. La inteligencia emocional en el ámbito laboral

En el ámbito laboral, también se ha estudiado la inteligencia emocional como un recurso psicológico que contribuye al desarrollo de actitudes y conductas laborales positivas, y es un aspecto clave para la satisfacción laboral (Miao y otros 2017).

La inteligencia emocional juega un papel fundamental en todos los niveles jerárquicos. Los líderes son quienes implantan el clima emocional en las organizaciones e influyen en el comportamiento y desempeño de sus colaboradores a través del contagio emocional (Van Kleef, De Dreu, y Manstead 2010). Es decir, que el estado emocional positivo del líder potencia a un mejor rendimiento y coordinación del grupo de trabajo, por el contrario, cuando el líder está bajo un estado emocional negativo, este se contagia en sus colaboradores generando un mayor esfuerzo en la realización de la tarea del grupo (Côté 2014).

Así también, los empleados con altos niveles de inteligencia emocional son capaces de comprender su propio estado de ánimo lo que les permite usarlo de manera efectiva implementando las habilidades necesarias para reparar sus estados de ánimo negativo, resistir el estrés laboral y aumentar la satisfacción laboral. En lo referente a lo nivel interpersonal, son capaces de comprender y regular las emociones de los demás, lo que les permite entender, motivar y ayudar a sus compañeros de trabajo, fortalecer las relaciones personales y aumentar la prevalencia del estado de ánimo positivo en el lugar de trabajo (O'Boyle y otros 2011). Además, estos trabajadores son más comprometidos con su trabajo lo que les permite experimentar más resultados laborales positivos (Extremera y otros, 2018).

Por lo tanto, la evidencia científica demuestra que existe una alta relación entre la inteligencia emocional y el desempeño laboral, es decir cuánto más complejo sea el trabajo, se hace más necesaria la inteligencia emocional y no pueden existir de un modo independiente, ya que resulta importante en beneficio de los trabajadores, la empresa y sus resultados (Fuentes y otros 2015).

 

4. La inteligencia emocional en el ámbito psicosocial

La inteligencia emocional se ha mostrado como una variable importante a la hora de explicar el ajuste psicosocial de las personas.

La evidencia científica indica que las personas emocionalmente inteligentes tienen un mejor ajuste personal y social. En lo referente al comportamiento social, un mayor índice de inteligencia emocional se relaciona con una mejor percepción de competencia social y un menor uso de estrategias interpersonales negativas, por ende, la persona posee mejores relaciones familiares, de pareja y con sus pares (Brackett y otros 2004; Lopes y otros 2005).

En cuanto al ajuste personal, la inteligencia emocional se asocia de forma significativa con el nivel de autoestima y el bienestar mental, e incluso se ha verificado que un buen nivel de inteligencia emocional se relaciona con menor depresión, ansiedad, estrés, agresión y mayores índices de crecimiento personal y satisfacción vital (Cobos y otros 2017). En este sentido, la inteligencia emocional predice un aumento del afecto positivo y una disminución del afecto negativo, lo que repercute en su bienestar mental (Kong y otros 2019).

 

5. Conclusión

En las última decada, el interés por el estudio de la inteligencia emocional ha aumentado significativamente, debido al impacto positivo que tiene un buen nivel de inteligencia emocional en los diferentes ámbitos en los que se desevuelve el ser humano a lo largo de su vida.

Las personas emocionalmente inteligentes al poseer una mayor capacidad para percibir, comprender y regular sus propias emociones, como también la de los demás, les permite que estas competencias adquiridas sean aplicadas para afrontar los diversos retos de su vida mediante la toma de decisiones responsables que lleven alcanzar un bienestar mental.

Aprender y potencializar la inteligencia emocional, tanto a nivel personal como en los otros, es una tarea diaria, que inicia desde edades tempranas. Por ende, es importante que la inteligencia emocional sea cultivada y aplicada a nivel académico, laboral y psicosocial, con el fin de alcanzar el éxito y la satisfacción tanto personal como social.



Bibliografía

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Publicado 25 noviembre 2021