ANOTACIÓN


La irreductibilidad del mito


Martín Castilla Hidalgo

Profesor universitario de Filosofía, jubilado




Todo sentido de la historia se constituye necesariamente como mito, implica una mitificación de la historia. Con frecuencia, comporta a la vez una historización del mito. Pero sería un burdo error creer que "mito" significa mentira o engaño. El mito es una narración, codificada en un lenguaje específico, que ofrece una interpretación del origen, sentido o finalidad de la vida, o alguno de sus aspectos, y que posee un carácter fundamental para una sociedad o una comunidad humana.

Un relato mítico propiamente tal no es sin más una leyenda, ni mucho menos un cuento, por más que incorpore elementos imaginarios. Apunta a una realidad última.

Más allá de posturas cientificistas, siempre lastradas de inconsistencia científica, más allá de hipótesis cosmológicas indemostrables (Stephen Hawking, Lawrence Krauss), más allá de hipótesis evolucionistas incoherentes entre sí (Edward Wilson, Richard Dawkins), permanecen cuestionadas, pero en modo alguno aniquiladas, las religiones. Los sistemas religiosos están ahí y requieren una teoría solvente desde el punto de vista epistemológico, para que su lenguaje sea entendido. En cuanto sistemas de signos, los sistemas religiosos pertenecen al dominio de la cultura, cercanos al arte y la filosofía. No tienen adecuada explicación en términos de naturaleza, es decir, en el plano de la evolución física y biológica consideradas empíricamente, conforme a las ciencias físicas y biológicas.

Hacen falta las herramientas de las ciencias humanas. Y, por ese camino, llegar a un debate abierto, filosófico y teológico, ético y político, entre las visiones del mundo y sus respectivos significados pragmáticos.


Publicado 10 abril 2016