ANOTACIÓN


Tragedia y verdad


Remedios Ávila Crespo

Catedrática de Filosofía. Universidad de Granada




TEMAS
tragedia · verdad



Si la tragedia es imitación (mímesis) y conocimiento (epistéme), cabe preguntar sobre qué versa ese aprendizaje y qué medios se utilizan para el mismo. En cuanto al objeto de aprendizaje, Aristóteles considera que la tragedia es "imitación de una acción seria" (spoudaias), pero no hay unanimidad acerca de la traducción al castellano de ese término. "Seria" es la versión castellana de ese término; pero Kaufmann, en su obra Tragedia y filosofía, prefiere usar el vocablo "noble", y Redfield, que usa también el término "serio", cuando traduce la definición aristotélica de tragedia, a veces lo vierte por "excelente". En todo caso hay algo en lo que parece haber acuerdo: en la tragedia se trata siempre de una acción "no trivial", de una acción significativa y de importancia para el ser humano, pues parece que la enseñanza de que se trata en la tragedia tiene que ver con la vida, con la vida del hombre y con lo que es verdaderamente significativo para él. Como señala el profesor Calvo Martínez, "se trata de acciones en que se juega mucho, tanto la felicidad y la desgracia de la vida humana". Pero también de acciones en las que cualquier hombre puede reconocerse. Tal vez ese doble hecho explique por qué Aristóteles considera a Eurípides "el más trágico de todos los poetas": porque, en primer lugar, en sus obras se narra el paso de la felicidad a la desgracia, y, luego, porque Eurípides representa a los hombres tal como son .

En fin, si lo representado en la tragedia atrae vivamente el interés del espectador, si los acontecimientos dolorosos que allí se contienen resultan estimulantes e incluso placenteros, es porque tienen que ver con nosotros y porque mediante ellos aprendemos algo fundamental acerca de la vida y de nosotros mismos, algo fundamental acerca de la condición humana. La tragedia permite, pues, un acceso a la verdad, a la verdad de la vida, aunque no sea directamente, sino mediante el "rodeo" de la ficción. Como dice Redfield, "las cosas que leemos solo merece la pena leerlas en la medida en que encontramos en ellas, en cierto modo, la verdad". Hay, por tanto, una verdad en el arte, en el relato, en la tragedia, pero la verdad que muestra la tragedia es de un tipo especial, aunque se trate de una verdad "severa e incómoda", una verdad que refiere aquellos aspectos de la vida que son, al mismo tiempo, profundos y oscuros: "la tragedia es dolorosa porque la vida es difícil" (Redfield 1992).


Publicado 27 mayo 2015